|
La causalidad de la educación no es otra sino la sutileza de acompañar
desde el prima más humano, alentando, "mimando", queriendo,
contagiando... Debemos de romper con la elitización que imprime el
sistema, consigamos proyectar en nuestros niños y niñas una educación
liberadora y crítica, que les empoderen, haga sujetos críticos y
participativos de sus propias vidas. Rompamos los estándares, porque
para con la "ingeniería humana" y la "cirugía emocional", aún queda
mucho por hacer. A esto nos debemos quienes hacemos el intento de
apasionarnos con ello.
Sociedad, educación y libertad
Si los horizontes son visibles, ¿Por qué no alcanzables?. Juan M. Corral
martes, 1 de mayo de 2018
domingo, 4 de marzo de 2018
viernes, 29 de septiembre de 2017
Endogamia social
Estamos ante una insensible e insensata endogamia social alimentada fervorosamente por mentes mediocres, llevadas por un sentimiento de individualidad competitiva. Nos enfrentamos ante una sociedad individualizada, carente de sentimiento e inconsciente de su capacidad para contagiar el clamor de esos humildes pensamientos que entrañamos cuando somos niños. Perpetran en nosotros, el sonido de esa fuerza mordaz, ajena y séptica de los postulados más egocentristas. Hemos sido capaces de desafiar la ingeniería pero también de seguir impasibles ante los malestares ajenos. Ante todo ello, nos encontramos en el deber de seguir sembrando esperanza, ya no solo en nosotros mismos, sino junto a quienes acompañamos a lo largo de nuestras vidas. No me importa la crítica a esta reflexión, no lo hago para convencerte, sino para desentrañar este triste sentimiento que desgloso en estas líneas. Despréndete por un momento de todas esas presiones, detente, quizás estemos viviendo y siendo, aquello que otros quieren que vivamos y, aún peor, seamos.
martes, 22 de agosto de 2017
“¿Qué provoca que los jóvenes terroristas en Europa recurran así a la violencia?”
Lo que subyace en el sentido del amor hacia el otro, podemos darle la
connotación que queramos, bien sea una creencia religiosa, el amor, la
compasión... Lo cierto es que solo teniendo consciencia del "otro" y el
inconmensurable valor de la dignidad humana, seremos capaces de
subvertir situaciones como las vividas.
lunes, 13 de marzo de 2017
Somos: Tiempo y dolor.
Somos el tiempo que nos une y el dolor que nos separa. Porque
nos hacemos junto con el otro, desde la dedicación del compartir nuestra
presencia. Eso que regalamos para con los demás, a su vez siendo un regalo para
nosotros mismos. Nos construimos desde lo que compartimos, y el modo en que lo
hacemos determina la intensidad con la que permeabiliza ello en los demás y en
nosotros mismos en si. No obstante, es tan relativo el paso del tiempo: ¿cómo
de rápido pasa?, ¿cuál es el valor que otorgamos al mismo?, son preguntas
determinantes a la hora de contemplar-nos en la dedicación ya no solo para uno
mismo, sino para con los demás.
Entre ese discurrir a lo largo de la vida, pese al compartir
el paso del tiempo, de igual modo nos entrelazamos con nuestras diferencias que
estas deben tejernos, construirnos y complementarnos, haciendo de ellas
oportunidades de aprendizajes.
¿Cuál es el “precio” de ser uno mismo, dejando de lado lo que otros quisieran que uno sea?. ¿Quién soy yo? ¿Quién quieren que yo sea?. Ante estas cuestiones se deshojan las presiones de los grupos mayoritarios, la hegemonía, las fuerzas imperantes, lo que la sociedad espera de nosotros e incluso lo que nosotros esperamos ser ante lo que la mayoría quiere ser. Aquello que nos diferencia, a su vez es aquello que nos enriquece, dando complementariedad a nuestras vidas, otorgando de valor a la diversidad, potenciando la construcción del “yo” como sujeto en sociedad. Existen fuerzas intangibles que oprimen nuestro “poder ser” como lo son la economía, las políticas, las tendencias sociales, las pertenencias grupales y sus finalidades que le dan consistencia.
domingo, 8 de enero de 2017
Nacimos para revolucionar lo que nos rodea.
Nacimos para revolucionar lo que nos rodea. Con independencia de las teorías mas vygostkianas en la que nuestro aprendizaje es social a los planos más individuales de la teoría piagetiana, hemos nacido para estar envueltos en un constante aprendizaje, en una permanente búsqueda de respuestas a nuestras preguntas, pero sobretodo ante nuestra imperiosa necesidad innata de satisfacer nuestras necesidades. Si, como bien definió Abrahan Maslow, hemos venido para darle a cada termino su antónimo a esas necesidades piramidales.
domingo, 18 de septiembre de 2016
La generación perdida.
El presente es complicado pero el futuro es nuestro. Me niego a que se
cuestione a una generación sobrecualificada que ha asumido el riesgo de
perderlo todo a cambio de un sueño. Ese es el precio que asumo cada vez
que salgo de casa, porque si soy orgullosamente de pueblo y eso tiene un
precio, y me marcho a 70 km para intentar hacer mi vida. Ese es el
esfuerzo que supone haber pasado años conciliando estudios y trabajo por
el sueño de recomponer y sobreponernos del lastre histórico,
ante una privación generacional de posibilidades, cultural y
educacionalmente hablando. No somos unos flojos, no hemos entendido de
fines de semanas, fiestas y ocio cuando nos hemos inmerso de lleno en
unos estudios, grados, masters e investigaciones. No somos una
generación perdida, somos una generación desolada a la que nos han
arrebatado el sentimiento de creencia, pero aquí seguimos..., en pie,
firmes y contundemente trabajando para cambiarlo. Por nuestros abuelos
que no pudieron, nuestros padres que se esforzaron para ello y los que
queden por venir por su dignidad: nuestro deber es subvertir la
situación actual.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)